De la oscuridad a la luz


El 4 de mayo (o bien, May the 4th Be With You) es la fecha designada por los fanáticos como el “día de 'Star Wars'”. Después de ver la saga completa, y aprovechando este día, me pareció oportuno escribir sobre algo que me hizo pensar al ver la evolución de ciertos personajes, ya que hay algunos puntos interesantes de los cuales se puede reflexionar, a la luz de la fe.

En la trilogía más reciente de la saga, hay un personaje llamado “Ben Solo”, que más tarde se haría llamar “Kylo Ren”, un joven que, en su preparación para ser un “Jedi”, es seducido por el “lado oscuro”, traicionando así a su maestro y alejándose de sus padres para rendirse al mal. Más allá de la ficción, esto sucede realmente con tantas personas, sobre todo jóvenes que, aún teniendo la opción de optar por el camino de la fe, o de seguir permaneciendo en él, eligen el camino más lejano de Dios, una realidad con la cual nos hemos llegado a identificar más de uno.

Una de las razones principales, por las cuales los jóvenes se alejan de Dios, es por la falsa felicidad que el “lado oscuro” les muestra. En primera instancia, pareciera que una atractiva vida sin reglas, ni orden, ni límites, la vida fácil de comodidades y placeres, nos dan felicidad, pero es en realidad una felicidad falsa y momentánea que nos hunde más en el pecado y al mismo tiempo en el vacío interior. Nuestro caminar es una constante búsqueda de la felicidad, el problema es que muchas veces la buscamos en el lugar equivocado, por eso quien se aleja de Dios nunca puede encontrar aquello que lo llene de verdad, porque ese lugar pleno y que da sentido le corresponde únicamente a Dios. Seguro lo has experimentado: mientras más te alejas de Dios, más buscas en tantos lugares, cosas o personas, y más crece el vacío interior. Al final te das cuenta de que los vicios y la superficialidad del mundo son tan sólo un espejismo que se desvanece enseguida y en el peor momento, cuando más sólo parecieras sentirte.

En el último episodio de “Star Wars” vemos a un Kylo Ren que ya anteriormente había tenido luchas internas y se encontraba indeciso al pensar en regresar al camino de la luz o permanecer en la oscuridad, porque sabía que el camino en el que estaba no lo llenaba y que el poder tan anhelado antes no pareciera serlo todo en la vida. Aún quedaba el deseo de hacer lo correcto y regresar para, en parte, redimirse ante la memoria de sus padres. Y es que, en la realidad, después de vivir un tiempo en la mundanidad y en la superficialidad, empiezas a notar que el sentido de tu vida está perdido y caminas en ella sin saber dónde encontrarlo. Precisamente, uno de los procesos más difíciles de nuestra vida es el aceptar la miseria en la que nos encontramos: soledad, vicios, tristeza, hastío y muchas otras realidades que nos hacen ver que el pecado maltrata nuestra dignidad y que nos ensucia interiormente.

Es entonces cuando pensamos en Dios y se hace una comparación entre la felicidad falsa y la felicidad plena que Dios siempre busca mostrarnos como opción. En este punto es importante mencionar que, así como Kylo tuvo la libertad de elegir, en la realidad, el Padre siempre nos concede dicha libertad, no puede pasar por encima de nuestra voluntad porque esa decisión le corresponde a cada uno. El pecado es, por tanto, consecuencia de un abuso de nuestra libertad. Y en ese momento de incertidumbre y soledad vienen las preguntas: ¿Cómo volver a Dios? ¿con qué valor pedirle perdón después de haberle dado la espalda?

Aquí es cuando empieza la lucha interna, en donde centro el mensaje de esta reflexión, y es en este punto donde prefigura el conflicto interno del personaje Kylo Ren, al decidir si volver al camino de la luz o permanecer en la oscuridad, después de haber hecho tanto mal. Muchos jóvenes que han ido por otro camino también se lo preguntan: “¿De verdad vale la pena volver después de tanto daño causado? ¿Cómo ser digno de merecer el perdón de Dios y volver a Él? Ya no hay marcha atrás”. Del mismo modo, muchas veces también pensamos que ya no somos dignos de recibir el perdón de Dios porque nuestros pecados son tantos que creemos que no hay nada que hacer.

Pero entonces, después de reconocer los errores, viene la decisión de cambiar, de elegir el camino del bien porque en el fondo sabes que es lo correcto. En el personaje de ficción, podemos encontrar la actitud de aquel hijo que decide finalmente volver a quien lo estaba esperando desde el momento en que se fue. En nuestro caso, y en tu historia en particular, también Dios espera a que vuelvas a Él, sin importar tu pasado.

Podrías llegar a pensar: “¿Soy digno de seguir a Dios?”, y la respuesta es que nadie lo es del todo porque todos somos pecadores, pero lo sorprendente del Padre es que a todos nos demuestra su amor, sobre todo a los que más necesitados están de Él. Así como el personaje de Kylo, todos tenemos errores y episodios de oscuridad en nuestras vidas; a veces por querer hacer lo que consideramos que es “correcto” terminamos haciendo cosas que traen consecuencias y muchas de ellas dolorosas. Sin embargo, Dios sigue confiando en nosotros y nos sigue amando, con nuestra luz y oscuridad, con nuestro pecado que necesita ser transformado en conversión.

A veces es necesario tocar fondo para voltear hacia arriba y ver la mano que está siempre tendida para nosotros. Todos somos humanos y todos tenemos caídas, hasta los santos las tuvieron, pero lo importante es que no te dejes vencer por el “lado oscuro”, no dejes que tus malas acciones y tus errores sean los que te definan; no pienses que por tu pecado no mereces volver a hablar con Dios. Recuerda siempre que la misericordia de Dios es más grande que nuestra miseria. “Miseria” y “corazón” son las dos palabras contenidas en “misericordia”, lo que nos dice que nuestra miseria y pecado son abrazados por el amor del Padre, que siempre espera pacientemente tu regreso, para sanar las heridas causadas por el pecado.

Para finalizar, cito al apóstol Pablo, quien nos dice que “Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia” (Romanos 5,20), y esta es la realidad a la que estás llamado a vivir. Que el pasado no te aleje de la gracia que Dios te tiene reservada. Aún puedes levantarte y tomar la decisión de cambiar tu historia, de pasar de la oscuridad a la luz del Padre, teniendo la certeza de que “la fuerza y el perdón de Dios te acompañan” en cada momento.


Comentarios

  1. Muy buena reflexión. Me encantó el hecho de que te inspiraras en un elemento de esta saga de películas, que a muchos gusta; y vieras en ello un reflejo de nuestra relación hacia Dios y la relación de misericordia de Él con nosotros.

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    1. Hasta en lo que uno no imaginaría, podemos aprender de Dios. Gracias por leerme, Ale. :)

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